Andrea Contreras (2017/18)

¿Qué te impulsó a realizar tu periodo de estudios en el extranjero?

Siempre tuve claro que quería irme de erasmus, porque me gusta mucho viajar.

¿Cuáles fueron las motivaciones para elegir este destino?

Quería ir a Alemania, para diferenciarme en mi experiencia académica de otra gente que va a destinos típicos. Además, en Kiel me matriculé de unas asignaturas que me permitían obtener su título de grado (tienen un convenio con la UAL), y una vez finalizados mis estudios allí podía solicitar el título alemán, lo que me puede servir en caso de querer buscar trabajo allí. También tuve que sacarme el B1 de alemán. Lo bueno es que yo tenía clases normales de lo que me matriculé, más un montón de horas de cursos para aprender alemán.

¿Qué esperabas de tu experiencia Erasmus+/país de destino/universidad de destino y cómo fue en realidad?

Se han cumplido mis expectativas, yo sabía que me iba a costar. Una cosa buena que destaco del sistema educativo es diferente, mucho más práctico, por ejemplo, tuve que hacer una presentación con una compañera de 3h.

¿Recomendarías Alemania a otros estudiantes?

Depende de las expectativas. Si pretendes aprender y ver una cultura diferente sí, pero si lo que quieres son facilidades para aprobar, pues no.

¿Cuánto dinero recibiste a través de la beca Erasmus+? ¿Fue suficiente? ¿Eras un sitio barato o caro?

En total fue alrededor de 3.000 y 4.000e. Fue suficiente, porque donde yo vivía el gobierno tenía las residencias de estudiantes como subvencionadas. Pagaba 250€ y no compartía vivienda con nadie, había mucha comunidad. Pero si es verdad, que mis padres me tuvieron que ayudar, me daban 200€ más cada mes por lo que no puedes depender de la beca.

¿En qué idioma estaban tus clases? ¿Fue difícil acostumbrarse?

Tenía todas en inglés, menos la del idioma que obviamente era en alemán. No fue difícil porque tenía un buen nivel de inglés ya que el vocabulario no cambia mucho, de hecho, cuando volví a Almería respecto a las asignaturas al convalidarlas, otro año no me cuadraban los horarios y me cogí varias asignaturas en inglés, así que ningún problema por el idioma.

¿Fue difícil aprobar? ¿Qué clases/profesores te gustaron más/menos?

No, porque te evalúan con una evaluación continua, más que en Almería en el sentido de que antes de llegar al examen final, haber aprobado la asignatura mediante los parciales. No ha sido difícil, pero había que trabajar bastante. Recuerdo que tuve una asignatura con un profesor algo borde, pero su conocimiento en la materia era alucinante, y me llamó mucho la atención, y en el examen final me quedé como bloqueada, porque tenías que partir de una investigación y tal, y bueno me hizo un esquema de cómo enfocarlo y enseguida me sacó del apuro, así que en ese aspecto es muy considerado, y te ayudan siempre que puedan.

¿Qué habrías hecho diferente antes de volver de Erasmus+?

No cambiaría nada, quizá me arrepiento de no haber viajado más. Yo soy muy responsable y centrada, no aspiraba al cinco, quería buenas notas, por eso muchos fines de semana que otros compañeros se fueron de puente, y yo no. Y pensándolo ahora, creo que lo hubiera aprovechado más porque al estar en el centro e Europa era muy económico viajar alrededor.

¿Fue difícil encontrar alojamiento? ¿Qué consejos darías a tus compañeros?

No, lo único tuve un problemilla con el conserje que no estaba cuando yo llegué, y no podía entrar al piso. Pero, nada relevante. Renta mucho quedarte en una residencia, más que un piso, al menos donde yo estuve. Hay que tener en cuenta que están muy solicitadas, entonces recomiendo pagar un mes por adelantado para asegurarte tu plaza en la residencia.

¿Cómo es la atmósfera en tu universidad de destino?

Depende de con quien te encuentres, como en todos lados, hay gente que era muy simpática y otra que pasaba olímpicamente. Me juntaba más con erasmus, pero porque al final están en la misma situación que tú. Recuerdo que, en una asignatura para integrarnos con los alemanes, el profesor hizo unos grupos, y nos tocó con unos alemanes muy simpáticos, que al final salimos juntos por ahí, nos enseñaron la ciudad, y sitios que un erasmus a lo mejor no conocería.

¿Qué cosas recomendarías visitar y hacer en tu ciudad de destino?

Una cosa te digo, de los nombres propios ni yo me acuerdo bien. Pero destaco a parte de lo típico que puedes encontrar en cualquier guía turística, el jardín botánico de otra universidad, y era alucinante. Había un montón de flores, y de ambientes diferentes, tipo desértico o mediterráneo. Y fuimos también a una reserva de animales en la montaña que estuvo superchulo. Un sitio supercurioso, fue una discoteca que se llamaba Bunker y decir que ibas allí era gracioso.

¿Qué diferencias ves entre tu ciudad de destino y de origen?

De tipo social, cumple los prototipos que tenemos de ellos de que son fríos, pero cuando llegas a conocerlos sí son bastante simpáticos. En el plano académico lo que destaco es lo mucho que te implicas en las prácticas, muy distinto a Almería. Yo prácticamente tenía que dar una clase a los alumnos, por lo que lo tenía que preparar muy bien y al final, es mejor, porque al tener que exponerlo y sabiendo que los alumnos te pueden preguntar, investigas y, como decía, te implicas más.

¿Qué impacto ha tenido esta experiencia en tu vida?

Era la primera vez que yo salía de casa, la primera vez que iba a vivir y administrarme sola, ver una cultura diferente, y te abre la mente, a nivel personal fue muy enriquecedor ver tanta variedad de nacionalidades, porque de repente te ves una tarde hablando con un coreano o un mexicano, y te das cuenta de los diferentes puntos de vista, ver que hay tantas perspectivas, eso es lo principal que más te aporta. Aviso que el final del erasmus es muy duro, creo que lloré como no lo hice en mi vida, porque al final la gente con la que estás allí se convierte en tu familia porque solo os tenéis los unos a los otros, y en muy poco tiempo es muy intenso y se vuelven imprescindibles. Cuando lo recuerdo, es como un sueño, todavía no asimilo que ha pasado. Lo recomiendo muchísimo, pero tener cuidado con la depresión post-erasmus que es verdadera y a mí me afectó bastante y cuando me enteré que la UAL tiene una asociación de ESN y me apunté para ayudar a los que vengan de fuera, para no perder esa relación internacional.