Paco Góngora (2014/15)

¿Qué te impulsó a realizar tu periodo de estudios en el extranjero?

Quería vivir la experiencia y ver cómo es el sistema educativo en otros países y conocer cultura. A través de la universidad era la oportunidad perfecta.

¿Cuáles fueron las motivaciones para elegir este destino?

Mi plaza estaba para Paraguay, pero tuve problemas, y como quería irme sí o sí, por lo que fui a Valparaíso.

¿Qué esperabas de tu experiencia Erasmus+/país de destino/universidad de destino y cómo fue en realidad?

Cuando me dijeron que iba a una universidad católica, mis prejuicios enseguida saltaron pensando que iban a ser cerrados de mente. Pero al final, cuando llegué descubrí que no era nada de lo que pensaba. Nos trataron genial, ni metían la religión de por medio. La educación y cómo enfocaban las clases fue muy positivo, me gustó bastante.

¿Recomendarías Valparaíso a otros estudiantes?

100%. Tienes que arriesgarte y es precioso para los que nos gusta los desafíos. A mí me motivaba Latinoamérica por ser más diferente a Europa.

¿En qué idioma estaban tus clases? ¿Fue difícil acostumbrarse?

En español de Chile con sus modismos y palabras. Las primeras semanas había cosas que no entendía, pero fue fácil acostumbrarse.

¿Fue difícil aprobar? ¿Qué clases/profesores te gustaron más/menos?

No, no es difícil. Me gustó mucho como enfocaban las clases desde el punto de vista filosófico, de las corrientes, como entienden ellos el tema del trabajo social y como estructuran los movimientos sociales, es totalmente diferente a España.

¿Qué habrías hecho diferente antes de volver de Valparaíso?

No cambiaría nada, lo bueno lo disfruté muchísimo, y de lo menos bueno era un aprendizaje constante. Lo único que cambiaría es que no recomiendo que se pongan muchísimas vacunas porque hay muchas que son prescindibles. Imprescindible la de Hepatitis A y la fiebre tifoidea.

¿Fue difícil encontrar alojamiento? ¿Qué consejos darías a tus compañeros?

Sí, porque la mayoría eran viviendas particulares. Me reservé un hostal, y ya emprendí la búsqueda por mi cuenta. Eso sí, hay que tener cuidado con los robos, y mirar bien la zona donde vayas a vivir. Porque yo me ubiqué bastante lejos. Al final estuve dos meses en esa casa, y otros dos de hostales porque me rentaba más.

No recomiendo que vayan a la residencia, que vayan, que busquen y que no se conformen con la primera casa que vean porque siempre hay una oportunidad mejor. Y que se muevan, que conozcan porque hay gente muy interesante de diversos países, que se mezclen que no se centren en los españoles que conozcan la cultura y tal.

¿Cómo es la atmósfera en tu universidad de destino?

Me sentí muy a gusto, además el carácter chileno coincide mucho con el andaluz. Son personas que hace mucha vida en la calle, son muy sociables. Íbamos a teatros, exposiciones, espectáculos… son gente muy amigable que de hecho algunos amigos chilenos han venido a visitarme aquí a España. 

¿Qué cosas recomendarías visitar y hacer en tu ciudad de destino?

 Recomendaría visitar la casa de Pablo Neruda, que está muy chula y muy bien conservada, y puedes hacer un tour por dentro. También ir a uno de los bares más antiguos que se llaman Liberty, bar de pescadores donde la gente también se junta allí para bailar y te cuentan historias muy interesantes. Ir a comer chorrillana y beber terremoto, productos típicos de allí. Visitar el parque cultural de Valparaíso, ex cárcel, lugar para ver teatros, exposiciones, talleres de yoga, cocina, baile… Muy recomendable visitar el cerro alegre. Hacer el descenso del volcán Osorno. Ir a ver el atardecer en el muelle Varón, donde puedes ver leones marinos, se ve el sol cayendo entre todas las casitas, el cerro… estaba muy chulo, se ha quedado tan grabado en mi mente que finalmente me lo he tatuado.

¿Qué diferencias ves entre tu ciudad de destino y de origen?

La principal diferencia es la deshumanización, nos volvemos cada vez más egoístas, perdemos el sentido de comunidad, mientras en Valparaíso todo lo contrario, eso está muy arraigado, la gente sale a la calle, muy campechanos, se ayudan un montón, la fraternidad, en definitiva.

¿Qué impacto ha tenido esta experiencia en tu vida?

A mí me ha cambiado la vida, ha sido un antes y un después, me ha convertido en otra persona porque he perdido muchos miedos, he cumplido metas, me he desarrollado como persona, hice cosas que no había hecho antes, como surfear. He conocido personas de todo el mundo, como, por ejemplo, Israel, Perú… Me fui a Chile más que nada por conocer la sociedad, no todo el mundo queremos ir de fiesta y ya está, hay que integrarse en la ciudad, que la conozcamos a ella y a la gente, que es una oportunidad única. Por ejemplo, estuve de voluntariado y salíamos a hacer rutas de noche repartiendo comida a quienes lo necesitaban, apoyo social, ver el otro Chile, los colectivos vulnerables, y los erasmus que somos gente joven, somos los que tenemos que llegar e impactar en la sociedad. El mayor aprendizaje que me llevé fue que da igual de donde vengas, que al final todos somos personas, que todos queremos estar tranquilos, tener un trabajo estable, tener salud, tener los mismos derechos sociales, y que somos mucho más parecidos de lo que nos creemos. Desde que me fui de erasmus, mi vida ha cambiado, ya no he dejado de viajar, me he convertido en un “mochilero”, he ido de voluntariados, he seguido formándome, han sido 5 meses que me han cambiado la vida, el erasmus me dio el empujón que me hacía falta para despegar.