Estudios: Grado en Ingeniería Química
Universidad: Karlsruhe Institute of Technology (Alemania)
Instagram: @tomas.lafarga
¿Qué te impulsó a realizar tu periodo de estudios en el extranjero?
Las ganas de conocer una forma distinta de hacer las cosas y de trabajar. Aprender cosas y costumbres nuevas.
Ya tenía cierto interés en la investigación (aún no era mi vocación, ahora sí) y Alemania tiene mucho nivel y te abre puertas. Además, Karlsruhe tenía buena reputación y la ciudad era bonita. Quizás no tanto comparada con otras ciudades alemanas, pero vi que estaba rodeada por la Selva Negra y muy bien comunicada, porque está pegada a la triple frontera de Suiza/Francia/Austria.
¿Qué esperabas de tu experiencia Erasmus+/país de destino/universidad de destino y cómo fue en realidad?
Yo me llevé el TFG y estaba con un grupo de investigación. Incluso así, me sorprendió la disciplina y el ritmo de trabajo, que era muy alto. Sabía que eran buenos, pero tenían un gran nivel científico, no me lo esperaba.
¿Qué impacto ha tenido esta experiencia en tu vida?
Antes de irme ya me interesaba un poco la investigación, pero haber estado allí con un proyecto de investigación y ver como trabajaban ellos (con unas instalaciones y medios impresionantes) me hizo encontrar mi vocación.
Trabajé con microorganismos con la idea de desarrollar un método de producción de una enzima que se encuentra en los rumiantes y que se introduce en los piensos para ayudar a los animales monogástricos a digerir mejor alimentos más “complicados”.
También me quitó el miedo a irme fuera y, como un par de años después todavía estaba en contacto con gente del grupo, les pedí una carta de recomendación que me ayudó a conseguir una beca de doctorado en la Universidad de Dublín (trabajando en el TEAGASC, el equivalente irlandés de nuestro CSIC).
Ahora tengo una beca Juan de la Cierva, que hice primero en Catalunya (en el IRTA de Lleida) y ahora de vuelta aquí en la UAL, con el profesor Gabriel Acien.
¿Recomendarías a otros estudiantes una estancia en el extranjero?
Sí. Es más, creo que debería ser obligatoria.
¿Cuánto dinero recibiste a través de tu beca?
Me daba justito, pero suficiente para los gastos de manutención. La residencia eran 200€ al mes, pero estaba todo incluido. Es una ciudad universitaria, así que tienen muchas residencias con muchas habitaciones y todas están muy bien cuidadas, hasta con jardín y salas que puedes reservar para estudiar o quedar con amigos.
¿En qué idioma estaban tus clases? ¿Fue difícil acostumbrarse?
En mi grupo de investigación había 6 alemanes y 5 extranjeros, así que todo era en inglés, con un montón de acentos diferentes. Pero eso era incluso mejor: se aprende más rápido inglés cuando no te hablan tan rápido como lo haría un nativo.
¿Qué habrías hecho diferente antes de irte/al volver de Erasmus+?
Antes de ir lo miré todo bien y no tuve ningún problema. El vuelo era muy fácil, está conectada con Alicante. Pero siempre hay margen para los accidentes: mi primer día en Karlsruhe fue un jueves y no nos dejaban entrar en nuestra habitación hasta el lunes (fui con unos compañeros). El problema es que se estaba celebrando la Feria Internacional del Caballo y tuvimos que pillarnos una suite de lujo en un hotel, era lo único que había. Al menos pudimos compartir gastos entre los cuatro.
Mi consejo sería buscar la residencia con tiempo. La uni de allí te ayuda, pero tienes que avisar con tiempo. Alquilar piso es difícil, porque están todos sin amueblar.
¿Cómo es la atmósfera universitaria de la KIT?
La ciudad es universitaria, así que hay muchos sitios donde salir, mucha vida en la calle en cuanto sale un poco de sol. El clima no es tan malo, porque es el sur de Alemania y es de las ciudades menos frías. Además es perfecta para moverse en bici y tranvía, y a los Erasmus nos daban un abono de transporte para viajar gratis. Es una ciudad muy segura: bicis sin candado y niños chicos que iban solos al colegio, montados en tranvía.
En cuanto al campus, yo estaba en un laboratorio y no iba a clase, pero era evidente que el nivel académico era alto y había muy buenos estudiantes. Una pega (y esto lo dijo su propio rector) es que en Alemania aún hay mucho sexismo en tema de carreras y las ingenierías son cosa casi de hombres (el 95%). Supongo que habrá cambiado un poco en los últimos años.
Tiene un montón de cosas muy cerca, como los alpes suizos. El lago Constanza está justo en la frontera y es una zona muy bonita.