Estudios: Grado en Biotecnología
Institución: Max Planck Institute for Plant Breeding Research (Alemania)
Instagram: @victorsalinaass
Has hecho unas practicas Erasmus+ en el Max Planck Institute, una de las instituciones más prestigiosas de investigación científica en Alemania, ¿cómo llegaste allí?
En mi caso conocí el tema de las practicas externas por un compañero de clase. Pepelu, de la Fundación de la Universidad de Almería (encargados de las Erasmus+ Prácticas), me dijo que como mi carrera era nueva aún no había contactos en empresas o instituciones donde ir, así que me puse a buscar. Vi que en el Max Plank Institute eran muy fuertes en mejora genética y particularmente en floración, que es justo el tema del que trata mi TFG: "Generación de construcciones de inactivación génica dirigida mediante CRISPR/Cas9 en Nicotiana tabacum".
Sinceramente no esperaba que fueran a aceptarme, porque es un centro muy potente y prestigioso, pero lo hicieron. Una vez llegué allí, me comentaron que están deseando que llegue gente. Creo que nos sentimos alejados de instituciones de primera y que no conocemos las oportunidades que tenemos. Simplemente, no sabemos que allí quieren que vaya gente.
¿En qué consistieron tus prácticas, con quién trabajaste?
Mi equipo investigaba biología básica, comparando unos genes de la Arabidopsis thalianaa (una planta modelo en genética de plantas) con genes de plantas perennes, para ver si cumplían las mismas funciones.
Mi equipo en Koeln estaba dirigido por una investigadora cordobesa (la Dra. Eva Madrid Herrero) y la gente con la que trabajé más de cerca era un grupo de cuatro doctorados, muy, muy dispuestos a enseñarme y trabajar conmigo.
¿Y cómo es el Instituto en general?
Mi centro era multidisciplinar con gente de Biología, Informática y Física. La primera impresión fue increíble. La UAL no tiene malas instalaciones, pero aquello es otro mundo, allí hay de sobra. Es como un campus con un edificio para cada departamento, con sus piscinas, residencias y bares. Eso sí, estaba a las afueras de los barrios residenciales, dejado de la mano de dios, a 40 minutos en bici de la ciudad. Lo que más me gusto fue un microscopio electrónico confocal. Es un aparato en el que metes las muestras y un láser te hace una imagen tridimensional.
En cuanto a nacionalidades, había gente de todos lados: franceses, brasileños, estadounidenses, canadienses, holandeses, chinos, coreanos… Incluso había un departamento que estaba dirigido por un grupo de investigación situado en China, donde estudiaban estructuras de proteínas. El grupo de españoles era grande y muy importante. En cambio, alemanes solo había 2 o 3.
¿A qué te refieres cuando hablas de la multidisciplinaridad del centro?
Por ejemplo, cuando llevaba un mes y medio vino otro español que estudiaba en Cambridge y vino a implementar nuevas técnicas informáticas para la detección del cambio de hoja a flor (el cambio de floración). En mi departamento había 4-5 grupos y los bioinformáticos formaban uno solo ellos, pero luego colaboraban totalmente con nosotros en la investigación de las funciones de nuevos genes.
¿Te sirvió la experiencia para definir mejor tu futuro profesional?
Yo había hecho mis prácticas curriculares en los laboratorios de la UAL y llegué al Max Planck con perfil investigador, me gusta mucho y quería potenciar ese perfil durante mi estancia. Pero, aunque me sigue interesando mucho la investigación, ahora también tengo curiosidad por la empresa. Me desalentó un poco lo que vi en términos de encontrar estabilidad en el mundo de la ciencia. No lo veo fácil y, hablando con todos los compañeros que pude, comprobé que no es sencillo para nadie. Es complicado dar el paso para hacerse investigador, tienes que dedicarte totalmente a ello, con independencia de dónde seas, no es un problema solo de España.
¿Y tus habilidades lingüísticas?
Me fui con un B2 y sabía que no tenía muy buen nivel de inglés, pero en un sitio como ese aprendes muy rápido y como todo el mundo es de fuera (no son nativos) es más fácil comunicarse y mejorar porque el lenguaje es más relajado y accesible.
Fue una experiencia breve, ¿te quedaste con ganas de más?
El programa Erasmus+ Prácticas financia un máximo de 3 meses. Me supo a poco. Ya tenía autonomía real, trabajaba solo, mi directora me mandaba tareas y yo las hacía. Por ejemplo, teníamos una serie de plantas mutantes en el invernadero y queríamos saber si la transformación genética había resultado en una edición del gen (si había tenido éxito). Mi supervisora me decía que lo comprobara, cogiendo una hoja de las plantas, extrayendo ADN, haciendo PCRs, aplicando geles de electroforesis y comprobando si la edición había sucedido. y así con varios procesos más.
¿Puedes hacer un balance final sobre tu experiencia?
A todos los que me han preguntado se lo recomiendo muchísimo, porque es corta, pero muy intensa, muy enriquecedora. Además, me sentí muy bien y muy respaldado por la UAL, incluso en la pandemia, ninguna queja.
No es como un Erasmus+ de grado, son experiencias muy distintas. Además, te permite hacer contactos y te abre muchas oportunidades.