El nombre de Pegmatita fue acuñado en el siglo XIX por el mineralogista de origen francés R. Just Haüy, y significa roca formada por la ensambladura de cristales. La pegmatita es un tipo de roca subvolcánica que se forma durante la etapa final de la cirstalización del magma, a partir de fluidos que se separan de este magma, por rápido enfriamiento. Se encuentra también en fracturas, llamadas diques de pegmatita. Según su composición pueden ser: Pegmatitas graníticas o de granito. Pegmatitas dioríticas. Pegmatitas granodioríticas. Pegmatitas tonalíticas. Pegmatitas sieníticas. Pegmatitas andesíticas o de andesita. Pegmatitas gabroicas o de gabro. Sus cristales son excepcionalmente grandes, superiores a 2 cm, y pueden contener minerales que raramente se encuentran en otras rocas. Su color dependiendo de su composición mineralógica y del tipo de pegmatita, puede ser entre el blanco y el rosado, pero también hay variedad de grises y beige. USOS: Principalmente como granito arquitectónico (acabados de primera calidad) y piezas decorativas. Sus depósitos contienen a menudo piedras preciosas (algunos de los mejores yacimientos del mundo están en pegmatitas: apatitas, aguamarinas, esmeraldas, granates, topacios, turmalinas, circones y muchas otras), minerales industriales (mica para circuitos electrónicos o feldespasto para vidrio y cerámica) y minerales raros (berilio, bismuto, boro, cesio, litio, molibdeno, niobio, tántalo, estaño, titanio o tungsteno, entre otros). En Almería, podemos encontrarla en Lubrín, en las estribaciones orientales de la Sierra de los Filabres. Ejemplar Colección Manuel Guerrero Manzano.