Naturales

El nombre de yeso proviene del latín gypsum que, a su vez, procede del griego antiguo γύψος (gýpsos), utilizada para denominar la cal viva o tiza. Con una dureza de 2 en la escala de Mohs, se raya facilmente con la uña. En su variedad más pura y cristalina es incoloro, aunque puede ser blanco, gris o con diveras tonalidades de amarillo a rojo castaño debido a las impurezas que contiene. De transparente a translúcido. Se presenta en cristales, que pueden ser grandes, maclados (agrupación simétrica) en punta de flecha y en punta de lanza; también en masas y agregados espáticos (laminar). Los cristales son víteros y sedosos, se presenta nacarado en las superficies de exfoliación. El yeso es un sulfato de calcio hidratado, se genera por evaporación progresiva de aguas ricas en sulfatos y cloruros procedentes de ambientes marinos someros en climas cálidos y secos. También puede formarse por hidratación de anhidrita (CaSO₄); asociado al volcanismo y termalismo, por la acción de fumarolas de aguas sulfurosas sobre calizas o tobas volcánicas, y por la acción del ácido sulfúrico procedente de las piritas al actuar sobre la calcita de margas y arcillas calcáreas. USOS: Como material de construcción, para enyesado de paredes, molduras y vaciados. Junto con arcilla se emplea como fertlizante y sin fraguar es un aditivo retardador en el cemento Portland. Fundente cerámico, relleno de pinturas, tiza... Hay dos vertientes del yeso, el Espato Satinado y el Alabastro, que se tallan y pulen con fines ornamentales. Coleccionismo. En Almería, podemos encontrarlo en Bédar, Benahadux, Cabo de Gata, Gádor, Garrucha, Huércal-Overa, Pulpí, Sierra Almagrera, Sorbas, Tabernas. Ejemplar donado por Tecminsa S.L.