El gran potencial paleontológico del Plioceno en la cuenca sedimentaria Almería-Níjar se demuetra con la gran cantidad de fósiles de esta época geológica. En los registros sedimentarios de esta Cuenca, que abarcan desde el Mioceno hasta el Cuaternario, encontramos restos fósiles de ballenas, crustáceos, equinodermos, restos de madera, bivalvos, sistemas arrecifales, dientes de tiburón y también fósiles de invertebrados como foraminiferos y briozoos. La pieza que se puede visitar en el Centro de Colecciones Científicas es una ecápula de ballena misticeta (los misticetos son un suborden de cetáceos de gran tamaño que se caracterizan por tener barbas con las que filtran el plancton y el kril). Se cree que la Bahía de Almería en el Plioceno era visitada anualmente por grupos de ballenas que pasaban largos períodos del año cuidando de las crías y alimentándose. Muchas de estas crías morían, algunas por el ataque de depredadores tal y como ocurre en la actualidad, y se depositaban en el fondo donde acababan siendo pasto de carroñeros. Este hecho es congruente con los descubrimientos realizados en el plioceno de la cuenca de Almería, donde la mayor parte de los fósiles de ballena desenterrados hasta la fecha corresponden con ejemplares jóvenes. Las escápulas son uno de esos huesos que ponen de manifiesto el pasado terrestre de este ser marino (los mamíferos desarrollaron escápulas para su locomoción terrestre), ya que los cetáceos evolucionaron al comienzo del Cenozoico desde un venado par acabar de nuevo en los medios marinos, pero con un esqueleto muy disitnos al de un pez óseos y cartilaginosos. Esta pieza se encuentra en muy buen estado de conservación tras su limpieza, y guarda la estrucyura ósea y litológica original. Además, el estudio tafonómico de este tipo de fósiles desentraña toda una paleoecología del fondo marino en el que se depositaron.
Donada por Francisco Céspedes.