Naturales

La lechuza común (Tyto alba) es una rapaz nocturna de tamaño medio, antaño habitual en zonas agrícolas y urbanas, que se encuentra en regresión por las acciones humanas. Su predilección por zonas antrópicas (cría en campanarios, desvanes, casas abandonadas, etc.) ha ocasionado que sea una especie popular y aparezca asociada a mitos y leyendas en diferentes culturas. De aspecto inconfundible, en su rostro destaca un disco fácil en forma de corazón. Su plumaje presenta tonos amarillentos o marrones en la parte dorsal y pálidos en la ventral. En este caso, se trata de macho al presentar un tono blanco puro en las partes ventrales; en hembras aparece cierto grado de moteado. Como el resto de rapaces cuenta con unas patas provistas de fuertes uñas y un pico afilado para poder atrapar a sus presas. Por ser un cazador nocturno, la lechuza presenta además una serie de adaptaciones relacionadas principalmente con su capacidad auditiva. Es capaz de girar la cabeza 270º y el disco facial actúa como una “parabólica”, amplificando el sonido y dirigiéndolo hacia sus oídos ubicados de manera asimétrica. Además, tiene las plumas desflecadas lo que posibilita tener un vuelo extremadamente silencioso. Su dieta se basa principalmente en pequeños roedores, aunque también aparecen de manera menos habitual otras presas como aves, reptiles e invertebrados. Posee una alta tasa metabólica que le exige ingerir gran cantidad de alimento por lo que es considerada una excelente controladora biológica de plagas, especialmente en agricultura. A pesar de ser una especie protegida en España, sus poblaciones han descendido de manera alarmantemente en los últimos años. En Almería su situación no es menos preocupante y cada vez es más escasa. Las causas de esta regresión son el uso extendido de rodenticidas e insecticidas, la simplificación de los paisajes agrícolas, la perdida de zonas adecuadas donde reproducirse y los atropellos. Esta situación ha motivado el proyecto “Refuerzo de las poblaciones de lechuza común en Amería” promovido por el Centro de Investigación en Colecciones Científicas, la asociación SERBAL y el Parque Temático Oasys MiniHollywood, en el que se están realizando sueltas de lechuzas para mejorar el estado de sus poblaciones a largo plazo en la provincia y promover su conservación a través de la educación ambiental.