Ejemplar Singular del Catálogo de la Junta de Andalucía. Su tronco alcanza casi 1 metro de perímetro y permanece como vestigio de antiguos ejemplares que llegaron a tener más de 2 metros. Es un arbusto o arbolillo perennifolio de corteza grisácea, los hay de 3 a 5 metros, aunque se conocen ejemplares de 10 a 20 m. Sus hojas tienen forma punzante y crecen de forma vertical, estas se caracterizan por tener dos bandas longitudinales paralelas de color blanquecino. Sus flores pertenecen a las gimnospermas, es decir, hay flores femeninas (son globosas y verdes) y masculinas (pequeños conos). Crece en terrenos secos o en zonas con mucha humedad. Se encuentra junto a encinas, pinos, alcornoques, quejigos y sabinas.
Se encuentra por las zonas de clima mediterráneo, de altitud 0 a 1000. Necesita gran luminosidad, por lo que se localiza en las laderas soleadas de las montañas. Es muy resistente al frío y a la sequía. La floración de produce en primavera de marzo a mayo, y el segundo año, entre septiembre y octubre, se produce la fructificación, produciéndose la maduración de los frutos (gálbulos). Su madera y sus frutos eran muy apreciados, destilándolos se obtenía la miera- aceite contra la sarna del ganado- y aromas para elaborar bebidas tradicionales.