Naturales

Su nombre proviene del griego “anthrax” y significa carbón. Esta roca es el carbón mineral más “puro” ya que se caracteriza por estar compuesta de más del 86% de carbono hasta un 95%. También destaca por tener menos porcentaje de humedad y menor cantidad de volátiles en comparación con otros carbones. Este tipo de carbón genera poco humo y una llama de color azul pequeña. Cuenta con un poder calórico de entre 23 y 33 MJ/Kg. En cuanto a sus características, presenta un color negro brillante o gris oscuro con brillo metálico o submetálico con textura foliada. En la escala de Mohs, tiene una dureza de 2 a 4 y una densidad de 2,2.

Este tipo de carbón se forma, principalmente, por la acumulación de restos orgánicos de plantas en ambientes pantanosos y con falta de oxígeno. Con el paso del tiempo, estos sedimentos se van acumulando y se van enterrando a una mayor profundidad. A mayor profundidad, aumenta la temperatura y la presión. Este cambio hace que los sedimentos orgánicos primero se transformen en una roca sedimentaria (lignito, hulla, carbón bituminoso) gracias a procesos de litificación; después, si estos sedimentos siguen enterrándose a mayor profundidad, mediante procesos metamórficos, se forma la antracita.

USOS. Esta roca se utiliza fundamentalmente en las centrales térmicas para, mediante combustión, mover sus turbinas (combustible fósil por antonomasia), en la industria textil, para mover algunos tipos de trenes y en la fabricación del hierro y del cemento. En países que cuentan con temperaturas muy frías, como Groenlandia y Alaska, se usa para calentar los hogares y cocinar los alimentos. También puede utilizarse como filtro para agua. En España, encontramos yacimientos de antracita en Asturias, León y en algunas localidades del Pirineo catalán. En el resto del mundo, podemos localizar grandes yacimientos en Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Polonia, Gran Bretaña, Bélgica e Italia.