Este ejemplar, proviene de una donación de la colección privada de un profesor catedrático de la Universidad de Granada. Se desconoce el punto de recogida, así como la procedencia del ejemplar. El ejemplar preparado presenta un gran tamaño y la coloración típica marrón-grisácea de la especie, aunque un poco desgastada debido a problemas en la conservación. Esta araña tiene mala reputación debido a razones históricas y culturales, como la creencia de que una infinitésima parte de su veneno produce severos síntomas llamados tarantismo. En el sur de Italia, la tarantela, que es un popular baile, proviene de la creencia de que así se curaba un tipo de locura producida por la picadura de esta familia de arañas.
Se reproducen por huevos. Las hembras cubren los huevos de las puestas con una tela diferente a las de las capturas. Tras nacer, las arañuelas trepan al abdomen de la madre, donde permanecen hasta ser suficientemente maduras para sobrevivir por sí mismas, así que es una familia de arañas con cuidados parentales. Las hembras viven en las excavaciones que realizan durante toda su vida, los machos maduros también buscan y encuentran protección en cuevas, pero salen de ellas con mayor frecuencia para buscar alimento y, sobre todo en época de apareamiento, para buscar una compañera.
Es una especie de hábitos nocturnos, por lo que su actividad es menor durante el día, aunque no significa que no se las pueda encontrar activas durante el día. Los machos viven hasta dos años, y mueren poco tiempo después de su madurez sexual. Las hembras viven cuatro años o más. Aunque son venenosas, su veneno está diseñado para atacar a insectos y su picadura no suele ser más dolorosa que la de una abeja.